miércoles, 10 de marzo de 2010

CUANDO LA VIDA TE DA UNA PRÓRROGA



Vivimos el día a día sin apreciar las pequeñas cosas que nos la hacen posible, sin valorar a los seres que nos rodean.

Vivimos deprisa, sin pensar, exhaustos de aquí para allá... y cuando en alguna ocasión la vida nos sacude es cuando tomamos conciencia de que nos llenamos de cosas y actos vacíos de contenido.

Hay que pararse y escuchar al corazón, saber qué momentos nos llenan de gozo, qué es lo que nos conmueve. Conocernos es una tarea difícil porque la sociedad nos hace comportarnos de acuerdo a sus normas para ser aceptados desde la infancia. Lo que creemos que somos o cómo somos es una imagen distorsionada.

Escarbar y encontrarse cuesta. Desgraciadamente no nos lo enseñan en el colegio, es la escuela de la vida la que a veces no lo muestra. Pero muchas veces este conocimiento llega cuando la vida ha llegado a la madurez, cuando casi la hemos perdido.

Cuando la vida te da una prórroga aún tienes la ocasión de separar el grano de la paja.
Por que lo verdaderamente importante no es poseer sino compartir. A la tumba nos iremos con las manos vacías y el corazón lleno.

Rosa

2 comentarios:

  1. Hoy he estado pensando sobre esto. Poco tiempo y mucho vacío, demasiado remo al aire.
    Salud y consciencia verde, compañera.

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  2. La prórroga de una vida, cuando se produce, se experimenta como un regalo especial simplemente con observarla en otros seres

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