miércoles, 16 de febrero de 2011

Esperanza y asombro



Asistimos estos días con una sensación mezcla entre la esperanza y el asombro al ver cómo se mueve algo en los paises árabes: Túnez, Egipto, Irán... parece que están saturados de tanto gobierno que los tiene en la miseria bajo la máscara de una democracia.
La humanidad se sacude, tras años de aparentar estar dormidos han crecido bajo la tierra sus raices y ahora asoma una planta poderosa que está dejando ver sus primeras flores.
Mientras aquí en España asistimos impávidos al recorte de nuestros derechos como trabajadores, al retraso de la edad de jubilación, a la prolongación de la vida de las nucleares, a que nos quiten los bancos los pisos por habernos quedado en paro, en definitiva a dejarnos que los poderes financieros nos marquen las pautas.
Nos preguntamos si será posible que en Europa nos contagiemos de los Islandeses y le demos un corte de mangas al capital.
Y si miramos el panorama local en Aragón seguimos con las mega-obras o megaproyectos: Recrecimiento de Yesa, Autovía Jaca-Pamplona, Embalse de Biscarrués, Mularroya, aeródromos, la travesía central del Pirineo (con lo fácil que sería recuperar y mejorar el Canfranero), la ampliación de Castanesa... por no hablar de la Exponabos, el campo de futbol o Gran Scala.
Nos preguntamos también cuanto tiempo ha de pasar para que en el suelo de nuestra Tierra las raices tengan la fuerza suficiente para abrirse paso con la savia verde.
Rosa Burgos Pérez

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