viernes, 20 de agosto de 2010

DEMOCRATIZAR LA ENERGIA




Estamos preocupados por modificar y diversificar las fuentes de energía. El petróleo está en decadencia, explotarlo en zonas sensibles o en alta mar es una temeridad. La energía nuclear no tiene capacidad para sustituirla, no hay uranio ni plutonio suficientes, amén del problema tan grave de qué hacer con los residuos, el agua que consume, la posibilidad de usar esa tecnología, aumentando el enriquecimiento, para fabricar bombas atómicas y los peligros de fallos técnicos.

Ante este panorama la humanidad ha de aprovechar esta crisis energética para cambiar en este aspecto también hacia un futuro más democrático, ahorrador y cuya producción esté cercana al consumo. Hay toda una serie de alternativas muy prometedoras que dormitaban sin tener la inversión necesaria.

Cuando se empezaron a instalar los primeros aerogeneradores se nos tildaba de visionarios. Hoy en día son una realidad desde generadores de 3 megavatios a pequeños molinos para consumo doméstico. Los aerogeneradores tienen varios problemas: impacto visual, ruido, trampa mortal para las aves (hay alguna empresa que ha desarrollado una tecnología para frenar las palas e incluso pararlas en caso de detectar su presencia) y sobre todo se está empezando a buscar soluciones para almacenar su energía y disponer de ella en ausencia de viento.

No voy a enumerar todas las posibles fuentes de energías renovables pero sí decir que la solar-termoeléctrica y la geotérmica somera tienen mucho que aportar.

Europa está tratando de seguir con su política de mantener e incrementar su consumo energético y para ello ha puesto en marcha el proyecto Desertec que creará una red de plantas de energías renovables por el norte de África y el desierto para poder proporcionarnos 20.000 megavatios pico de potencia instalada con un coste de 50 millones de euros, supondrá la creación de 150.000 empleos. Las multinacionales y el gran capital se preparan de nuevo para no perder el control sobre la energía eléctrica.

La cuarta parte de los electrones producidos por las futuras instalaciones de Marruecos, Argelia, Túnez o Egipto podría tomar el camino del norte y llegar a Europa a través de 6 líneas submarinas de muy alta tensión (a 2000 metros de profundidad) uniendo Marruecos y Argelia con España, Argelia con Cerdeña, Túnez y Libia con Sicilia, Egipto con Grecia y Egipto, Jordania, Siria y Turquía con Bulgaria. Esta unión costaría alrededor de 8 millones de euros y tendría unas pérdidas de transmisión de energía muy bajas: alrededor del 3% cada 1000 km. (Transgreen).

La pregunta es, que cuando hay trabas y problemas para que se desarrollen adecuadamente las renovables en Europa, ¿se obtendrán las inversiones adecuadas para este proyecto faraónico y para la mejora de la red de transporte y distribución de los países implicados?

Bajo mi punto de vista reducir el consumo energético no solamente consiste en usar bombillas de bajo consumo, evitar dejar los electrodomésticos en espera, es necesaria toda una política energética diferente, democrática que la acerque al ciudadano y a la sociedad:

Debemos apostar por la independencia energética, las microrredes abastecidas por un grupo de energías renovables que la proporcionen junto al lugar de consumo; mejorar la eficiencia energética de los edificios tratando de que sean autosuficientes con el diseño y el aislamiento; concienciando al ciudadano del exceso de consumo que deberá ser de productos locales y de temporada; apostar por el transporte público de las personas en detrimento del vehículo privado; uso del ferrocarril además para las mercancías, evitando el del avión y dejando el reparto local a los vehículos a motor; planificar los polígonos industriales en función del ciclo de materiales para que los residuos de una sean la materia prima de la otra; alimentándonos con productos vegetales, a poder ser ecológicos y disminuyendo drásticamente la ingesta de carne dada su ineficiencia energética, su impacto en la salud y el clima.
Rosa Burgos Pérez

1 comentario:

  1. Hola Rosa. Lo de la posibilidad de desarrollo de la energía solar fotovoltaica en países del norte de África me levanta ampollas de desconfianza. En Ouarzazate, una ciudad al sur de Marruecos conocida como la Puerta del Desierto, existe ya un proyecto de estas características, por lo que me contó una profesora hace poco; también me comentó que una amiga suya iba a trabajar en ello.
    Aplicándolo a este caso local concreto pero estando segura que es extrapolable: me parece una nueva forma de colonialismo (¿Colonialismo Energético?) con África; así como todo el tema de gestión de recursos naturales y minería en latinoamérica y áfrica; países, continentes con una cantidad de recursos que necesita y gasta a tocateja América del Norte y Europa, y que sin embargo están terriblemente empobrecidos y con unos problemas socio-económicos demenciales. ¿Me lo expliquen? Es decir, que con la energía solar, una energía renovable, bandera en teoría de una nueva forma de entender nuestra relación con el entorno, lo vamos a pervertir también? ¿Por qué, si en muchos países de la UE aún no están desarrolladas todas las posibilidades de las distintas energías renovables (estoy segura que quedan sitios donde poder poner aerogeneradores, por ejemplo), nos vamos a ir a otro continente a por ello? Encima, sabiendo que la energía no se puede almacenar (este tipo no) y habría que gastarse una barbaridad en un sistema de transporte que debería no tener pérdidas, a miles y miles de kilómetros. Eso sin mencionar que obviamente ni a Oarzazate, ni a todos los empobrecidos y en riesgo pueblos del sur de Marruecos probablemente se les abasteciera de esta energía generada en su propio territorio; ni se le daría a la población local la oportunidad de A) formación cualificada o semi-cualificada y b) empleo y oportunidad de mercado.
    Todo ese dinero que te vas a gastar en "tirar un super cable" (y el impacto ambiental que estoy segura que eso conllevaría, porque seguramente lo hicieran subterráneo, necesitara unas medidas constantes de seguridad, etc); no sería más pragmático invertirlo en el desarrollo de las actuales e.renovables u otras con potencial en Europa pero aún en pañales, como, por ejemplo, se me ocurre, la maremotriz, o la geotérmica?
    En fin que me enervo!
    Siento el rollo.
    Un beso
    Me encanta tu blog

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